Faltando unos días para irnos de una escapada a Chile en familia, Camilo nos pidió su cámara de fotos de él. La cámara, una Gadnic CK32 de juguete que le regalamos en alguna fecha especial. Como suele pasar con los juguetes nuevos, la emoción le duro 2 días. Pero a diferencia de otros juguetes seguía en uso gracias a los juegos arcade que traía la maquina.
Días previos al viaje, un vecino con una cámara lo invito a sacar fotos y Camilo volvió motivado para sacar las suyas. La cargo, la preparó y la llavo de viaje. Ya en el camino nos enteramos que al no tener memoria externa solo sacaba 5 fotos, y por lo tanto para hacer nuevas tomas, debía borrar las anteriores o, mejor dicho, reemplazarlas por "mejores" imágenes. Eso si, solo de flores.
En Chile, en Puerto Varas, nuestra primera compra fue una memoria y un cable para cargar la cámara en el auto. Para quienes no conocen la flora y la vegetación del lugar, es realmente impresionante; sin duda, esta belleza natural inspiró a Camilo, quien se convirtió oficialmente en el fotógrafo del viaje. Como buen fotógrafo, no era fácil pedirle que tomara una foto, ya que él se mantenía fiel a capturar sus flores, aunque de vez en cuando encontraba algo que le llamaba la atención.
Esta vez cambiamos la bitácora por esta serie de fotos, y también a quién había que esperar todas las cuadras por una foto o un sticker que robar. Les dejo el albúm floral.
Selección de muchas fotos.
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